La percepción común del interiorista suele estar vinculada a una imagen de lujo y exceso, alguien que nos inducirá a malgastar en reformas extravagantes y elementos exclusivos. Sin embargo, la realidad es que un buen interiorista puede ser un aliado económico invaluable, capaz de generar ahorros significativos en cualquier proyecto.
A pesar de que en los últimos años la figura del interiorista ha ganado terreno y se ha vuelto más accesible, persisten ciertos temores entre algunas personas. El estigma del interiorista que recomienda muebles costosos, materiales nobles a precios desorbitados o piezas de arte con etiquetas de cinco cifras o más, no siempre se cumple. De hecho, un interiorista competente, incluso en proyectos de lujo, tiene la habilidad de optimizar recursos y maximizar el valor obtenido por cada euro invertido.
Un interiorista va más allá del simple buen gusto.
Es cierto que todos poseemos cierto grado de habilidad para la decoración, pero el interiorismo va más allá del simple buen gusto. Implica un profundo conocimiento técnico y un «saber hacer» que no solo garantiza un resultado estéticamente agradable, sino que también agiliza el proceso, minimiza los contratiempos y, en última instancia, reduce los costos.
Imaginemos una obra en marcha…
Imaginemos una obra en marcha, un escenario propicio para que esta realidad se manifieste. Es como una bomba de relojería lista para detonar.
¿Qué podría salir mal?
La decisión de emprender una reforma en casa nos lleva a pensar que, sabiendo lo que queremos, ¿qué podría salir mal? Podríamos escribir un tratado sobre las posibles respuestas a esta pregunta.
Existen innumerables factores que pueden desencadenar un desastre: desde la elección de una constructora o reformista poco confiable, hasta una planificación deficiente o una selección errónea de materiales. Un diseño complejo cuando soluciones más simples podrían haber sido suficientes, puede sumarse a la lista de desencadenantes.
La clave está en la planificación
Antes de iniciar cualquier proyecto, es imperativo establecer procedimientos de diseño, controles, presupuestos y ajustes. La planificación detallada de la obra, con una clara identificación de la secuencia de actividades y la coordinación de proveedores y tareas, es esencial para evitar los retrasos y los costosos errores que, desafortunadamente, suelen ser moneda corriente en muchos proyectos. Un interiorista competente se encargará de esta planificación meticulosa, asegurando que todo funcione según lo previsto y que el costo inicial se mantenga bajo control.
La elección de materiales
Pero la planificación no es el único factor que puede influir en los costos de un proyecto. La elección de materiales también desempeña un papel fundamental en la inversión total. Con una variedad abrumadora de opciones disponibles en el mercado, es imposible estar al tanto de todas ellas. Aquí es donde entra en juego el papel del interiorista, quien, gracias a su constante actualización y conocimiento del mercado, puede asesorar sobre las mejores opciones en términos de calidad y precio. La elección del material adecuado no solo implica un ahorro inmediato en costos de compra, sino que también garantiza una durabilidad a largo plazo, evitando así gastos adicionales por reemplazos prematuros.
El interiorista como aliado clave en la elección del contratista
Sin embargo, más crucial que la selección de materiales es la elección del contratista adecuado, el verdadero pilar de cualquier proyecto de reforma. Aquí es donde el interiorista agrega un valor incalculable. Mientras que para un contratista un cliente individual puede ser una oportunidad de negocio, un interiorista representa una relación continua y rentable. Un interiorista proporciona instrucciones claras y bien planificadas, habla el mismo idioma que los profesionales de la construcción, y ofrece una relación de trabajo sólida y confiable. Esto no solo garantiza un servicio de alta calidad, sino que también proporciona seguridad económica y estabilidad para el contratista, lo que a su vez se traduce en un mejor resultado para el cliente.
Con un interiorista la probabilidad de incidencias cae drásticamente
He escuchado historias que van desde albañiles que desaparecen durante una semana hasta problemas graves como filtraciones de agua por enchufes. La clásica historia del cliente que paga por adelantado y nunca más vuelve a ver al contratista también es común.
Las probabilidades de que tales incidentes ocurran con un interiorista profesional y solvente son drásticamente menores. En primer lugar, es poco probable que un contratista decepcione a un interiorista, ya que esto iría en contra de sus propios intereses comerciales. En segundo lugar, es responsabilidad del interiorista garantizar que el proyecto se complete sin contratiempos, asumiendo la responsabilidad incluso cuando las cosas no salen según lo planeado.
El interiorista como guardián del presupuesto
Por último, pero no menos importante, el interiorista también actúa como «director de orquesta» a nivel económico, asegurando que el presupuesto global del proyecto se respete. Con cada proveedor y subcontratista tratando de maximizar sus propias ganancias, es crucial contar con alguien que vele por los intereses del cliente y garantice que cada partida se ajuste al presupuesto establecido. Si bien el cliente puede asumir esta responsabilidad, a menudo carece del tiempo y los conocimientos necesarios para hacerlo de manera efectiva, lo que puede resultar en un presupuesto inflado y descontrolado. En este sentido, contar con un interiorista organizado y con una sólida gestión del proyecto se convierte en una inversión rentable, ya que sus honorarios se traducen en un ahorro significativo a largo plazo.
Contratar a un interiorista genera ahorros significativos
En resumen, contratar a un interiorista no solo garantiza un resultado estético y funcionalmente satisfactorio, sino que también puede generar ahorros significativos y evitar costosos contratiempos. En Kiga Estudio de Interiores, estamos comprometidos a ofrecer soluciones innovadoras y personalizadas que se adapten a las necesidades y expectativas de nuestros clientes. Confía en nosotros para convertir tu visión en realidad, sin comprometer tu presupuesto ni tu tranquilidad.