Este proyecto, desarrollado en el barrio de Gracia, en Barcelona, nos genera un especial orgullo, ya que hemos trabajado muy duro hasta conseguir el resultado final.
El primer lugar, porque el cliente nos contrató para que le buscáramos su vivienda. Ambos trabajaban y no tenían tiempo, así que utilizó nuestro servicio de búsqueda de vivienda, para lo cual hicimos una gran selección y clasificación vía online que complementamos con una intensiva semana en Barcelona visitando viviendas.
Finalmente encontramos una vivienda ideal, por lo que empezamos los trámites de compra. Desgraciadamente, la vivienda pertenecía a la Generalitat de Catalunya y por trámites burocráticos, se atascó la compraventa y se tuvo que desistir la compra.
Pero las cosas ocurren por algún motivo, y este taller se cruzó unos meses más tarde. Estaba en un estado bastante malo, y resultaba complicado imaginar si eso podría llegar a ser el hogar de una familia. Nosotros apostábamos por el espacio y el cliente accedió a la compra, que esta vez sí pudo ejecutar.
Al iniciar la fase de concepto, lo que más claro teníamos es que debíamos mantener la esencia del local, que fue durante muchísimos años un antiguo taller. Queríamos evitar que los acabados de la “obra nueva” hicieran desaparecer ese aire industrial de mediados del siglo que nos encantaba.
Pero queríamos darle una vuelta de tuerca al concepto, nos encanta mezclar estilos para conseguir proyectos con personalidad, así que decidimos aprovechar el aire Neoyorkino que rezumaba el local, respetando y potenciando por supuesto los elementos existentes, llegando de este modo al concepto “Brooklyn Vibes”, traspasando las cualidades del barrio a nuestro proyecto, es decir, un espacio moderno, creativo, alternativo y social, en el que todo el mundo quiere vivir.
Para ello decidimos mantener la escalera de madera y la pasarela, lo que además nos supuso un gran ahorro de costes en el presupuesto. Mantuvimos también el techo de la cocina, y decidimos no alisar paredes, dejando también visto todos los elementos estructurales que pudimos, como los pilares de acero. A partir de ahí, hicimos una distribución cómoda y funcional en la que integramos los nuevos elementos utilizando el aire industrial que pedía el proyecto.
La cocina presentaba una especial complicación, ya que el espacio era demasiado grande, pero no se podía compensar con otras estancias debido a la posición de los pilares. Como para los clientes era muy importante el hecho de poder hacer eventos con amigos, diseñamos una isla en forma de U, de manera que se convertía casi en una gran barra de bar en la que la gente se podía mirar cara a cara.
Finalmente, tras varios meses de obra y el proyecto de decoración, conseguimos crear el hogar en el que hoy vive una familia con dos niñas que disfrutan de su casa con amigos y familiares.
Echa un vistazo a los proyectos que hemos realizado y conócenos un poco más.
